En ese evento, se prometió el sol y las estrellas, pues la gobernadora juró por lo más sagrado que tenía, que, con el traslado de la Policía del Estado a Ciudad Juárez, llegaba también la paz y la seguridad de los fronterizos, pues con el presupuesto de dos mil millones de pesos que se van a invertir en ese rubro, todo mundo iba poder transitar por las calles sin miedo a sufrir algún tipo de violencia.
La ejecutiva estatal llegó muy contenta, con un discurso bien aprendido, el manejo de la voz al micrófono bien acertado, pues al son de la música que tenía de fondo sabia el momento exacto para exclamar las partes que se necesitaba lucir ante los políticos, empresarios y líderes de diferentes asociaciones civiles y religiosas que fueron a escucharla.
Pero el confeti y los aplausos de quienes llegaron para hacerle el caldo gordo, no pudo opacar la tristeza y el enojo de varias personas que fueron llevados a fuerzas a escuchar un discurso que no convenció del todo, pues estudiantes de la escuela Normal Superior confesaron que lo que escucharon fueron solo mentiras, que había asistido al gimnasio por que los habían obligado. O de lo contrario, no les iban a entregar los apoyos que habían prometido a esa institución educativa.
A Campos Galván también se le pasó un detalle que para muchos ni siquiera es de importancia, a ella se le olvidó que en Ciudad Juárez existe la representación de varias etnias indígenas, que, dicho sea de paso, también fueron llevadas a chutarse todo el discurso sin que en algún momento fueran tomadas en cuenta.
La gobernadora les dio más importancia a nombres de calles o colonias que a las que iban vestidas con su atuendo tradicional, mismas que tuvieron que aguatarse la indignación de ser llamadas “Marías” por varios de los presentes cuando ellas se dirigían a los lugares que les habían asignado.
En la salida casi al bajar los escalones, ellas le mandaron un sentido mensaje a la ejecutiva estatal, que se acordara de ellas pues en campaña política bien fueron a sus comunidades, de casa en casa para pedir que se sumaran al proyecto de ella, con la promesa de que llegar al puesto deseado no las iba a desamparar.
En cuanto al tema de la construcción de Centro de Convecciones en las inmediaciones del parque El Chamizal que se encuentra en un pleito legal, parece ser que María Eugenia Campos Galván, ya se arregló con su padrino Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, pues aseguró que de que se va hacer se va hacer.
Como quien dice María Luisa Albores González actual titular de la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, vino a levantar una cortina de humo al suspender las obras que se estaban realizando en Los Hoyos, pues de acuerdo al discurso de Campos Galván, solo es cuestión de tiempo para que se desatore los eslabones legales para que se empiece a realizar esa obra que beneficiará en primera instancia a empresarios.
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